En el artículo pasado hablamos de “Jugar como nunca y perder como siempre”, el propósito fue lograr una introspección que permitiera revisar indicadores fundamentales para ganar las elecciones. El presente tiene el propósito de interiorizar sobre un tema determinante: la unidad. Es un tema complejo, no es fácil abordarlo, pero conviene hacer un intento de describirlo.
Alguno de los signos de estos temas se encuentra en situaciones como las siguientes: dentro del gran equipo de campaña, existen equipos o personajes, dentro de estos existen algunos que solo se dedican a poner trabas y obstáculos –en particular los que manejan las finanzas o tienen un poder específico-, y aparece una convicción: se vale que cuiden los recursos, pero no se vale que lo hagan humillando a los demás, el hecho es que cuando sobra soberbia se desprecia a los otros, es decir, hay personajes que se sienten Gulliver y los demás son enanos ante él.
En estos casos, estos equipos por sistema boicotean las propuestas de los demás, sin razonamiento se descalifican las iniciativas de los otros, pero no con argumentos, sino “por deporte”, por prejuicio sistémico.
Otra expresión significativa es la falta de compromiso de algunos de los responsables de tareas estratégicas, son de los que se mantienen en el puesto por amiguismo y no por capacidad.
Una consecuencia de lo anterior es que no se valora, ni se reconoce el compromiso y la experiencia de un gran número de militantes que están en la campaña por amor a la camiseta. Por ser vistos como “enanos ante Gulliver” lo que hagan -aunque se mucho-, esto no pinta. Debe destacarse que no se desprecia solo a un área, puede ser cualquiera o todas juntas, se desprecia a lo político, lo territorial, lo financiero, lo electoral, a sistemas, mientras las propuestas no provengan de Gulliver o los Gulliver, entonces las propuestas no sirven.
Se cita bien Gulliver o los Gulliver porque también sucede que no solo es uno, sino que son varios. Es dramático, pero muchas veces es cierto y suele suceder que entre ellos no se llevan, esta es la tormenta perfecta, el equipo se encuentra dividido desde lo vertical, pero también divididos en lo horizontal.
Menosprecio, indiferencia, división, soberbia, humillación, impotencia son expresiones que en conjunto aniquilan el potencial positivo del equipo y exaltan los sentimientos negativos que impiden la unidad. Todos contra todos, en lugar de todos colocando sus talentos para jalar juntos hacia un mismo lado.
La solución de estos temas tiene que ver con la atención que se dé desde el espacio de mayor nivel jerárquico, son asuntos personales y debemos reconocer que no es fácil cambiar las actitudes personales. Lo recomendable es que el tema no se ignore, y que con suficiente frecuencia se insista en la unidad, en la colaboración por encima del egoísmo y la división.
TODOS (EQUIPOS DE ASESORES, DE DIRECCIÓN, DE ESTRATEGIA Y EQUIPOS OPERATIVOS) DEBEN COMPROMETERSE CON LA UNIDAD, LOS QUE ESTÁN CONSCIENTES DE ESTA SITUACIÓN DEBEN SER LOS PRINCIPALES RESPONSABLES DE TRABAJAR POR ESTAR UNIDOS, PARA ELLO SE DEBE ENFRENTAR EL ERROR LLAMÁNDOLO POR SU NOMBRE.
Combatiendo la soberbia con humildad, a la falta de compromiso con espíritu de servicio, la indiferencia con interés por el otro y por el todo. Todos van en la misma barca, si el barco se está hundiendo, aunque intentes salvar tu camarote, este se hundirá por no salvar al barco.
No hay fórmula… basta de pasividades, es preciso que alguien se ponga de pie, que alguien de la cara, se necesita un luchador por la unidad, no te detengas, se fiel a tu causa y con las virtudes pertinentes trabaja de la mejor manera por aquello que más requiera el equipo.
Algunas acciones precisas:
1. No esperes que alguien extraterrestre venga a cambiar el status quo en el que se encuentra el equipo, el cambio debe provenir de ustedes. Sé proactivo en este tema
2. Haz equipo, procura hacer coincidir toda iniciativa que enfrente las posturas egoístas y, en conjunto, generar un ambiente de mayor unidad.
3. Escucha a tu equipo colaborador, sobre todo si tienen rectitud de intención, a veces ese equipo colaborador son la voz de la conciencia que nos orientan qué debemos hacer.
4. Cuando hables con los integrantes de mayor nivel jerárquico no dejes de decirles lo que vez, una pequeña grieta en la alberca, si se hubiera atendido a tiempo hubiera evitado que la alberca se vaciara totalmente. Dile a tus superiores lo que ves, ellos con gracias de estado, podrán intervenir bien y a tiempo… sólo díselos, hazlo de la mejor forma, sin egos, con rectitud de intención.
5. Si eres parte del equipo estratégico recuerda que lo importante no es que tu área llegue lejos o llegue rápido, lo importante es llegar juntos. Es mejor equivocarse juntos a equivocarse solos. LA UNIDAD ES MÁS IMPORTANTE DE LO QUE NOS IMAGINAMOS.
Pepe Telumbre